Ya prácticamente han desaparecido en su totalidad del escenario urbano madrileño los símbolos que recuerdan el régimen del Estado Español presidido por el general Franco, vigentes en la totalidad del territorio nacional entre 1939 y 1975. Distintas disposiciones normativas emanadas de los poderes legislativos desde el inicio de la Transición Democrática a partir de 1977 permitieron la eliminación paulatina de toda simbología considerada exaltadora, a nivel personal o colectivo, tanto del levantamiento militar del 18 de julio de 1936, de la consiguiente guerra Civil, así como de la misma Dictadura Franquista.
La Gatera de la Villa nº 44
Podríamos felicitaros la Navidad con un villancico, pero me temo que cantar no es lo nuestro, así que lo haremos como mejor se nos da: hablando y contando de Madrid en un nuevo número de nuestra revista, La Gatera de la Villa. ¡Felices Fiestas, gateros!
Entarugado de madera
En 1848 se optó por pavimentar las calles con adoquines (tarugos) de madera, a imagen y semejanza de los de granito.
El fin primordial era conseguir que las ruedas de los carruajes, reforzados y rebordeados en muchos casos por una protectora banda de hierro, no molestase en demasía a los vecinos, ya que el roce de granito con metal era exasperante.
Excavación arqueológica en la calle Espejo, nº 14
Ya ha llovido desde el célebre y decepcionante Mundial de “Naranjito” del año 1982.
Y este es exactamente el mismo año en que a instancias de la Gerencia Municipal de Urbanismo se excavó el solar actualmente existente en la calle del Espejo, nº 14. Del antiguo inmueble pervive parte de su fachada principal entre medianerías.
La “Mayrà” emiral-califal, señalizada
Cualquiera que pasee a partir de estas fechas por la emblemática plaza de los Carros de Madrid, se llevará una agradable sorpresa, sobre todo si le tiene afición a esta ciudad y muestra algún atisbo de curiosidad por su historia, y más en concreto, por los mismos orígenes de nuestra villa como entidad urbana consolidada.
Sabemos que con motivos de los trabajos de peatonalización de la plaza de los Carros, efectuados entre 1983 y 1984, se realizaron catas arqueológicas al ser esta zona de Madrid especialmente sensible ante la altísima probabilidad de la subsistencia de restos arqueológicos en su subsuelo, ya que se encuentra situada en pleno casco medieval de la Villa castellana y paredaño con el trazado de la muralla edificada en el siglo XII; y asimismo, formaba parte de un arrabal ya existente en época andalusí.
La Gatera de la Villa nº 43
Treinta días trae septiembre con abril, junio y noviembre; los demás traen treinta y uno, menos febrero, que es mocho, y sólo tiene veintiocho. Pero además de treinta días, con sus respectivas noches, este mes de septiembre, que ha comenzado un tanto revuelto, nos trae, además de lluvias, el número 43 de nuestra revista, «La Gatera de la Villa», cuyo variopinto contenido indicamos a continuación.
Húmera, el otro pueblo del otro lado de la tapia
Cuando los aficionados a la historia de Madrid piensan en los pueblos que hay al otro lado de la Casa de Campo automáticamente surgen dos nombres: Aravaca (hoy incorporado al municipio de la capital) y Pozuelo de Alarcón (que mantiene su autonomía). Pero en realidad son tres, aunque del tercero queden unos restos casi imperceptibles.
Preparativos en los jardines de Larra
Las siguientes imágenes, captadas el domingo por la tarde, 4 de julio, en los jardines de Larra, muestran el acceso al sendero que lo atraviesa, situado junto a la calle de Requena, limitado por una valla de obra, como apreciamos en la primera imagen (foto 1).
La Gatera de la Villa nº 42
¿Cómo se forjó la leyenda de la Virgen de Atocha y Gracián Ramírez? ¿Por qué el Pozo de los Milagros no puede corresponderse al que se dice que San Isidro obró el milagro de rescatar a su hijo caído en él? ¿Es cierto que en época de Carlos III ya se multaba por exceso de velocidad? Las respuestas a todas estas preguntas se encuentran en el número 42 de nuestra revista, en el que además hablamos de la madrileña María Bernaldo de Quirós -una pionera de la aviación-, de la Cárcel de la Corte y de otros temas que detallamos en nuestro índice.
Una ermita junto al Zoo
La Casa de Campo es una caja de sorpresas. Junto a los dos macrocomplejos de ocio construidos en el siglo XX, el Parque de Atracciones y el Zoológico, alberga multitud de detalles que pasan desapercibidos si no se camina con un poco de atención.