Las siguientes imágenes, captadas el domingo por la tarde, 4 de julio, en los jardines de Larra, muestran el acceso al sendero que lo atraviesa, situado junto a la calle de Requena, limitado por una valla de obra, como apreciamos en la primera imagen (foto 1).
Alternativamente, utilizamos el acceso de la escalinata para ascender a los altos de Rebeque y de esta manera advertimos que se ha delimitado una amplia área con cinta de balizamiento sostenida por finos postes de madera y por varios de los árboles que ornan el jardín (foto 2).
Estos días pasados han sido talados dos longevos y enormes álamos plateados que mostraban un enfermizo aspecto, sobre todo tras la primavera y el paso demoledor de la borrasca “filomena”, como podemos atestiguan los dos tocones que asoman en zona terriza, carente de césped (fotos 3 y 4).
Desde la parte alta de la calle del Factor podemos hacernos una idea de la amplia zona delimitada (foto 5). Descendiendo por la referida calle en dirección a la calle Mayor apreciamos esta panorámica (foto 6).
Es en el acceso al jardín de Larra desde la calle de la Almudena, donde aparecen nuevamente vallas de obras delimitadoras, y las consabidas cintas de balizamiento (foto 7).
Accediendo por el sendero obtenemos esta vista general (foto 8), y desde allí accedemos a la rinconada trasera de la finca de la calle del Factor, nº 5, en el que hallamos este conjunto de grandes vigas de acero (foto 9) recientemente depositadas y de las que a fecha de la publicación de la presente desconocemos su destino y función ¿Se relacionarán con obras de consolidación y reforma del edificio antedicho destinado actualmente a hostal de alojamiento juvenil?
Las dos últimas imágenes (fotos 10 y 11), muestran otras dos perspectivas de la zona delimitada.
Y aquí nos preguntamos por la razón de estos preparativos: ¿acaso se corresponden con trabajos previos de siembra y adecentamiento del jardín el cual muestra un grado elevado de abandono desde hace meses? Sin embargo, el inicio del verano no parece la época más adecuada para labores de este tipo.
Así que nos atrevemos a sugerir la posibilidad de que la delimitación de una amplia superficie del jardín es la labor previa a la realización de una excavación arqueológica general, que permita sacar a la luz y documentar el importante tramo de muralla andalusí de la que consta materialmente su subsistencia, tras ser abiertas tres catas que así lo aseveraron durante los pasados meses de septiembre y octubre de 2020. Si se efectúa la excavación en una superficie tan amplia se podrá sacar a la luz no sólo la muralla emiral-califal, sino con toda probabilidad restos de construcciones desde el siglo XVI al XIX y quién sabe si aparecerán cimentaciones de edificaciones relacionadas con la época medieval e, incluso pertenecientes a la época emiral-califal madrileña (siglos IX-XI), que pudieran resultar decisivas para confirmar la existencia de Mayrit como medina andalusí plenamente urbanizada, superando las últimas especulaciones de su carácter de simple campamento militar durante una trayectoria de más de dos siglos y que se derivan de las excavaciones efectuadas en el yacimiento de la plaza de la Armería y que contiene el edificio del futuro Museo de Colecciones Reales.
Seguiremos informando.
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