Madrid, una Historia de bigotes (IX): Wikileaks en el siglo XVII

Transcribimos a continuación un folleto con el que amanecieron las paredes de Madrid en algún momento de la década de 1610. Fue redactado por una facción política (la que deseaba la caída en desgracia del duque de Lerma) para airear de manera anónima las corruptelas de este valido y de su segundo de a bordo Rodrigo Calderón. Los disidentes de la National Security Agency o del ejército norteamericano que a día de hoy cuelgan en Internet los trapos sucios de sus superiores no han inventado nada nuevo.

Retrato del infortunado Calderón, por Rubens. Fuente: domuspucelae.blogspot.com
Retrato del infortunado Calderón, por Rubens. Fuente: domuspucelae.blogspot.com

La situación de los Estados Unidos en la actualidad es muy similar a la de España en esos años. Primera potencia mundial, pero con la que ya empiezan a recortar distancias los chinos y otras naciones emergentes. En el caso de la corte de los Austrias, los ingleses y los holandeses también aspiran a tener dominios tan grandes que en ellos no se ponga el sol. En la América de nuestros días hay una fuerte polarizacion entre los pro-Obama y los anti-Obama, y en aquel Madrid donde se reunía tanto poder como en el Washington de ahora el duque de Lerma estaba amenazado por otros nobles, entre ellos su propio hijo, que querían ser califas en lugar del califa.

El texto del panfleto, rescatado por el cronista José María de Mena ya en el siglo XX, es el siguiente:

Cargos que se han de hacer a don Rodrigo Calderón, marqués de Siete Iglesias, y a su protector y marido de su mujer, el duque de Lerma:

-De haber hecho matar a la reina doña Margarita, por mediación de una ponzoña que le dio el doctor Mercado, a sabiendas del duque.

-De haber tomado dinero de la ciudad de Valladolid para llevar allí la corte, y de haber tomado después dineros de esta villa para volver a traerla a Madrid.

-De haber organizado por cuenta del duque una escuadra de barcos corsarios para asaltar los barcos que se quedan rezagados de la Flota de Indias.

-De haber tomado joyas del Tesoro Real para que las luciera su amante doña María Quintana en un sarao en Valladolid.

-De haber hecho matar secretamente a Francisco de Xuara para que no se supieran sus correspondencias con Francia.

-Y de haber asesinado traicioneramente al alguacil de Corte, don Agustín de Ávila, porque este había descubierto secretos fraudes del duque de Lerma.

El duque de Lerma consiguió salvar el pellejo mediante la petición al Papa de un cargo de Cardenal, con lo que adquiría inmunidad e impunidad para no tener que rendir cuentas de su polémica gestión política. Fue por ello que se dijo:

El mayor ladrón de España / para no morir ahorcado / se vistió de colorado

Sin embargo, aunque salvó la vida, el golpe de mano que habían preparado los propagadores del panfleto le desplazó del poder, y se consumó el traspaso de poderes dentro de la corte de Felipe III. Rodrigo Calderón no tuvo tanta suerte, y fue ejecutado en la Plaza Mayor en octubre de 1621, no en la horca como popularmente se cree, sino a cuchillo.

Juan Pedro Esteve García
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