Este pintor madrileño de lienzos y de frescos vivió entre 1723 y 1793, un paso muy largo por este mundo para los estándares de aquella época. Se crio y vivió con los últimos estertores del Barroco, coexistió con el neoclasicismo y presenció los primeros indicios de lo que iban a ser las convulsiones culturales y sociales del siglo posterior al suyo.