Enclavado en un promontorio junto al río Manzanares, la primera piedra del desaparecido Real Alcázar de Madrid se puso de la mano del emir cordobés Muhammad I, allá por el siglo IX. La finalidad con la que se construyó fue la de proteger Toledo desde los pasos de la Sierra de Guadarrama. No tardó en crecer a su alrededor una medina de callejones y plazuelas, que se bautizó con el nombre de Mayrit, el cual significaba “Tierra rica en agua”.
David Marchante
Barcelona (1988). Trabajador sanitario, desde muy pequeño me apasiona la historia y la escritura, y paso mucho tiempo descubriendo nuevos aspectos tanto de mi ciudad, como de Madrid. Adoro la historia de Madrid y sus calles, escribir sobre ellas y descubrir nuevos secretos. Estoy escribiendo una historia ambientada en el Madrid antiguo, espero algún día poder publicarla y que todos la disfrutéis, tanto como yo la he disfrutado escribiéndola.