Situado en las afueras de Madrid, rodeado por el bosque de El Pardo, de donde toma su nombre, este palacio ha servido como lugar de descanso para los monarcas y como escenario de importantes eventos políticos. En la actualidad sigue siendo un importante símbolo de la monarquía española, además de albergar una rica colección de arte y servir como sede de eventos oficiales.