“Me siento, a veces, triste como una tarde del otoño viejo”, escribía Manuel Machado. Y es que el otoño, con su progresivo acortamiento de los días, así como el fin de las vacaciones estivales y el retorno a la rutina, puede provocar en algunas personas síntomas depresivos. Un buen remedio para combatir esta melancolía otoñal es sin duda disfrutar una buena lectura, como, por ejemplo, de este nuevo número de nuestra revista, el treinta y seis.