Busto de Pablo Iglesias perteneciente a la estatua que de este político se alzaba en el Parque del Oeste, destruida en 1940. Fuente: Fuente: PSOE y Fundación Pablo Iglesias.

Una cabeza enterrada en el parque del Retiro en Madrid

No, que el lector no se escandalice antes de tiempo, hay que aclarar que se trata realmente de un busto en piedra granítica perteneciente a un grupo escultórico dedicado a Pablo Iglesias Posse, fundador del Partido Socialista Obrero Español. Vaya esto por delante como introducción de este artículo, al haberme otorgado una pequeña licencia con el único propósito de llamar la atención al lector de esta “gatera”.

Descripción del grupo escultórico

No he encontrado mejor descripción que la relatada por los arquitectos Carlos Ripoll Gómez y Francisco Martín San Cristóbal en su libro La integración de las artes plásticas y de la arquitectura en los concursos. El monumento a Pablo Iglesias en Madrid 1932 (Universidad de Valladolid: Secretariado de Publicaciones, 2012):

“Los tres artistas [ganadores del concurso] intentaron realizar algo nuevo y distinto de lo que se venía haciendo en España, en materia de obras conmemorativas, un espacio que sería capaz de integrar, en equilibrio, la masa, la forma, el color y la utilidad.

Una de las alas porticadas albergaba el busto de Pablo Iglesias, labrado en granito y centrado en el eje mayor de la composición, mientras que en uno de los extremos aparecían un grupo de tres jóvenes que representaban el proletariado en marcha. Perpendicularmente al eje que marcaba la situación del busto de Pablo Iglesias, se encuentran dos ejes menores que atan el primer plano horizontal con la arquitectura del porche, rematándose con dos altos relieves representando útiles de trabajo. Dentro de la parte porticada estaban los frescos realizados por Quintanilla, seis grandes paños y dos pequeños, que relataban la vida y obra de Pablo Iglesias. Como señalaron los autores “la casi totalidad de la arquitectura alzada es diáfana, pues elegimos dicho terreno por ofrecer un maravilloso punto de vista y queremos que el recuerdo urbano del conmemorado sirva al mismo tiempo de sitio de descanso y de cobijo del sol y la lluvia, ante la extraordinaria belleza de este paisaje que abarca Madrid, El Pardo y las sierras de Gredos y Guadarrama”.

Inauguración del conjunto monumental en mayo de 1936. Fuente: madridafondo.blogspot.com.
Inauguración del conjunto monumental en mayo de 1936.
Fuente: madridafondo.blogspot.com.

Viajamos en el tiempo…

Los inicios

Emiliano Barral ante su escultura de Pablo Iglesias en el Parque del Oeste. Fuente: Mundo Gráfico, 1936.
Emiliano Barral ante su escultura de Pablo Iglesias en el Parque del Oeste.
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Fuente: Mundo Gráfico, 1936.

La “cabeza” o para ser más rigurosos, el busto, fue parte central perteneciente a un grupo escultórico que tuvo como autor a Emiliano Barral López (1896-1936) por encargo del Ayuntamiento de Madrid, que en aquellas fechas tenía por regidor a Pedro Rico López. El motivo que justificó el levantamiento de dicho monumento fue un concurso público ganado, además de por Emiliano Barral, por dos artistas más: el arquitecto Santiago Esteban de la Mora (1902-1988) y el pintor Luis Quintanilla Isasi (1893-1978). El monumento se inauguró el domingo 3 de mayo de 1936.

El grupo escultórico al que nos referimos se hallaba ubicado en la glorieta de Camoens dentro del Parque del Oeste de Madrid, muy cerca de la actual estación de teleférico en la intersección del Paseo del Pintor Rosales y la calle del Marqués de Urquijo.

Y la Guerra Civil. Unos meses después

Como decíamos anteriormente, el grupo escultórico se inauguró en mayo de 1936, justo unos meses antes del levantamiento militar que se produjo en el mes de julio del mismo año, llegando a tener como frente de la contienda a nuestra querida ciudad en los últimos meses del mismo año. En este periodo da comienzo lo que se denominó la batalla de Madrid.

Sobra decir que el grupo escultórico de Pablo Iglesias, eje principal de este artículo, se hallaba situado en primera línea del frente, por lo que es lógico pensar en los daños que sufrió en propia “carne de piedra”, fruto de los constantes impactos de artillería con origen en las baterías situadas en la Casa de Campo, cerca de la Ciudad Universitaria.

Cuatro años después: 1940

A pesar de todo lo relatado, el monumento soportó dignamente los tres años de la contienda, cosa que no ocurrió en 1940 cuando fue dinamitado por las tropas franquistas.

El busto de Pablo Iglesias, de 1500 kilos de peso y algo más de un metro de altura, se trasladó al parque del Retiro para hacerlo pedazos y aprovechar sus restos pétreos y otros materiales en el relleno del murete que a la postre soportaría parte del enrejado del parque en su linde con la calle de Menéndez Pelayo.

Un empleado municipal, José Pradal Gómez, delineante cuya oficina se encontraba frente a la Casa de Fieras, sugirió a los picapedreros que no continuaran con el destrozo del busto con sus picos y mazas, arguyendo como excusa que el material obtenido no sería el más idóneo para su destino final en el muro del parque. Esa misma noche, José Pradal y otros operarios enterraron la cabeza en algún punto de uno de los paseos de los Jardines de Cecilio Rodríguez en el mismo Retiro. Pradal, haciendo gala de su profesión de delineante, elaboró un pequeño plano del lugar del enterramiento y se lo hizo llegar en 1957 a su hermano Gabriel, exiliado en Toulouse (Francia), quien lo mantuvo en secreto.

Casi veinte después… 1957

Efectivamente, al fallecer los hermanos Pradal, los familiares descendientes hicieron llegar el croquis del enterramiento a dirigentes del PSOE en el exilio. El plano con la ubicación del enterramiento del busto termina así en manos de Alfonso Guerra, quien lo custodia hasta la llegada de tiempos más propicios para su desenterramiento.

Y llegó el día. El busto de Pablo Iglesias “ve” de nuevo el cielo de Madrid

Exhumación del busto de Pablo Iglesias. Fuente: https://fpabloiglesias.es/
Exhumación del busto de Pablo Iglesias. Fuente: https://fpabloiglesias.es/

La descripción en detalle de la “exhumación” del busto de Pablo Iglesias lo relata así en sus memorias el veterano dirigente del PSOE Alfonso Guerra, en su libro Cuando el tiempo nos alcanza (1940-1982):

“No me atreví a solicitar la autorización preceptiva para penetrar en los jardines con una pala excavadora para sondear el lugar marcado en el plano. Cuando se convocaron las elecciones municipales, el alcalde de Madrid, José Luis Álvarez, dimitió por el carácter inelegible de los alcaldes. Ocupó, de forma accidental la alcaldía el concejal Huete, no especialmente significado en cuanto a su ideario. Creí llegado el momento. Él nos facilitó la tarea, dando las instrucciones precisas para que pudiéramos intentar nuestro sueño. Convocamos en los jardines a un maquinista con su pala excavadora y acudimos pocas personas: Máximo Rodríguez, Guillermo Galeote, Pepe Noja, escultor, y un fotógrafo para dejar constancia del hallazgo, si este se producía. Fue el 7 de marzo de 1979, un día antes del comienzo de la campaña electoral.

Después de varios intentos, cuando nuestra voluntad empezaba a declinar, resignando nuestro sueño ante lo que pudiera ser una leyenda más de la guerra, la pala chocó con algo duro. La detuvimos y empezamos a excavar con palas y pico. ¡Allí estaba el busto de Pablo Iglesias! Cuarenta años después de que hombres abnegados, valientes, lo salvaran para la posteridad. Era como un símbolo del renacimiento del partido, justamente cuando se cumplían cien años de la fundación del PSOE por Pablo Iglesias”.

En la actualidad… 

Nada más aflorar el busto del fundador del partido en una de las calles en los Jardines de Cecilio Rodríguez, algunas voces del partido defendieron la idea de su pronta restauración. Dicha restauración no se llevó a cabo, afortunadamente.

En este lugar de los Jardines de Cecilio Rodríguez, al lado del muro de Menéndez Pelayo, donde apareció el busto de Pablo Iglesias. Fuente: Ignacio Bazarra.
En este lugar de los Jardines de Cecilio Rodríguez, al lado del muro de Menéndez Pelayo, donde apareció el busto de Pablo Iglesias.
Fuente: Ignacio Bazarra.

El destrozo producido por los picos y mazas, así como su enterramiento clandestino, eran las “heridas” evidentes de un periodo histórico convulso. Son, en definitiva, el reflejo de una parte de la historia reciente de España en unos jardines de Madrid.

Desde 1982, el busto se encuentra en el acceso de la sede socialista en la calle Ferraz de Madrid.

Este articulo fue previamente publicado en el número 52 de nuestra revista, «La Gatera de la Villa».

José Ignacio Salvador Morán
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