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Las obras del Metro en la Avenida de Asturias destapan una curiosidad en el subsuelo.

Se han iniciado obras en el solar del antiguo Depósito 3 del Metro de Madrid situado en la Avenida de Asturias, con el fin de convertirlo en oficinas del Metro e incluso de reponer algunas vías que den cabida a la colección de trenes históricos de ésta red ya centenaria.

En la última semana de mayo se ha excavado bastantes metros bajo la cota de la playa de vías original, y si miramos de sur a norte han asomado dos pequeños orificios que parecen ser la parte superior de sendas galerías subterráneas. Si miramos desde el norte, asoma lo que parece ser la prolongación de una de ellas hacia el sur, con un revestimiento de ladrillos.

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A priori se nos ocurren tres hipótesis:

-Alcantarillado de aquel barrio antes de construirse las instalaciones del Metro. Esa parte de Madrid la componían pequeñas casas de una o dos plantas, demolidas primero para dejar sitio a las cocheras, y después para construir la Avenida de Asturias. El Metro llegó a la Plaza de Castilla en 1961, y las cocheras algo después, cuando se aumentó la longitud de los trenes de la línea 1 a seis coches (frente a los cuatro de origen)

-Conductos de drenaje de las propias cocheras hacia alguna alcantarilla. Es una hipótesis verosímil, aunque en los años 60 ya se empezaba a trabajar con módulos prefabricados de cemento en vez de con ladrillos.

-Restos del Viaje de Aguas de La Alcubilla. El trazado exacto de los viajes de agua del noroeste de Madrid es una cuestión peliaguda, pues coexisten varios planos de ellos, que a menudo son divergentes en la posición exacta de los túneles y el número y ubicación de los ramales. Oliver Asín sitúa el viaje siguiendo fielmente la carretera de Burgos, es decir, la calle de Bravo Murillo y el paseo de la Castellana, lo que se confirmó cuando fue encontrada una galería en las obras de prolongación del Metro de la línea 1 entre la Plaza de Castilla y Chamartín. Otro plano más reciente, publicado por el diario El País, sitúa dos ramales pasando al oeste de las cocheras, uno de ellos no muy lejos.

Sean lo que sean estos agujeros en la tierra, les damos algo de difusión, pues desde luego es la primera vez que vuelven a ver la luz del sol en al menos medio siglo.

Juan Pedro Esteve García
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